Subo al colectivo. La máquina anda mal. Como tengo monedas chiquitas, cada vez que pongo los últimos diez centavos se cuelga, y hay que empezar todo de vuelta, y asà como 5 veces, hasta la quinta finalmente funciona. Me siento al lado de una viejita diminuta con el pelo bien canoso, y sube otra vieja que lucha con la máquina igual que yo hace un rato. El colectivero se rÃe, y noto que es igual a Lucas de Andy y Lucas. El viaje sigue. Curiosamente, las únicas que tenemos problemas con máquina somos las mujeres, los hombres pasan sin problemas. Sube un muchachÃn de jogging gris con bolsillos violetas y remera amarilla. Me mira. Pronto descubre a la del pantalón ajustado y la mira a ella. No me molesta demasiado su cambio de preferencia. Hace muchÃsmo calor. La máquina vuelve a funcionar correctamente dos paradas antes que yo me baje.
Juro que NO es un sueño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario