miércoles, agosto 30, 2006

Radio

Después de mi enamoramiento obsesivo compulsivo por C.P. (un locutor!), que duró de los 15 a los 20 años, no escuché más radio. Un poco de Peña a los 20 hasta que me cansó y eso fué todo. Mi mamá siempre me viene a despertar a la mañana (se levanta antes que yo) y también dejó de prenderme el equipo cuando entra a la habitación. Pero ahora lo volvió a hacer, y sinceramente, dejo que lo haga porque sino me vuelvo a dormir. Porque entre las 6.20 y las 7.00 no hay nada. Pero NADA. Repasemos:

  • Metro. Me aburre. Hoy pusieron un tema de Moby y lo último que quiero escuchar a esa hora es Moby. Te odio, Moby, sabelo.
  • La 100. Noooo, una vez me despertó pe-ttinato y fué la vez que más de mal humor me levanté. Gritaba demasiado ese hombre.
  • Mega y Hit. Esas dos radios van contra mis principios.
  • Pop. La música está buena, pero hay tres o cuatro locutores a esa hora que se piensan que la gente es idiota y ellos, superdotados.
  • Kabul. La música estaba buena hasta hoy. Pusieron C-erati, que es como Moby, pero peor, porque es Argento. Encima hoy a la locutora se le ocurrió decir que no hacía frío. Y me congelé en la facultad.
  • Rock ´n Pop. Me aburre. Va contra mis principios. No me gusta esa música.

No sé en que terminará esto. Debo ser yo que me levanto de mal humor. Para mañana me pongo un CD de música mía. Que para muchos no será la mejor, pero es la que me gusta. O asumo que estoy vieja y le doy a la AM a full.

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