martes, abril 19, 2005

Quien quiera leer que lea...

...porque son cosas de mi vida privada y suelen no interesar.

Resulta que un día aparecío un perrito negro en la puerta de mi casa, bastante altito, negro, pelo corto. Se notaba que tenía mucho miedo, cuando uno se le acercaba el se alejaba despaciiiito, y se iba. Nosotros no tenemos perro, y a mi papá le dieron ganas de entrarlo y a mi, que no me gustan mucho los perros, ese me encantaba. Le puse José.
Mi papá desistió de entrar el perro y el vecino le empezó a dar de comer. Y parece que el perro se volvió valiente: un día ladró, otro día corrió, y hace dos semanas no puedo entrar a mi casa en paz, porque me quiere morder.
Me encantaría tener la llave del portón grande, para poder entrar por el otro lado, pero está rota. Y no puede ser que todos los días el perro imbécil este (que ya dejó de ser José) me venga a ladrar y a gruñir cada vez más cerca.
Habría que avisarle al vecino, pero claro, es imposible acercarse a su puerta... y el teléfono del vecino no lo tenemos.

No se: en un día de estos me transformo en asesina de perros. Y puedo entrar a mi casa en paz.

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