miércoles, marzo 02, 2005

Doodas

El otro día iba en el colectivo lleno. Si no me equivoco en el tercer asiento doble lado pasillo contando de atrás. Subió una mina con un nenito de unos 8 años y, después empujones y etcs, se paró al lado mío. Yo ni la miré. Pero ella se corrió un poco para atrás y me pareció ver una pequeña pancita incipiente. La mina era flaca, pero en mi cabeza surgieron muchos interrogantes.

¿Debería haberle dado el asiento, aún a riesgo de que fuera solamente panza de cerveza y comida?

¿Debería haberle dado el asiento, a pesar de que yo estaba sentada casi atrás?

¿Se hubiera ofendido si se lo daba? ¿Se habrá ofendido porque no se lo dí?

Mucho no me importó en realidad: Me paré dos cuadras antes de bajarme.

No hay comentarios.: