No tenemos más el bar.
Nunca más voy a entrar ahà y ver un cabeza llena de rulos del otro lado de la barra.
Nunca más voy a estar tan comoda en ese lugar, sabiendo que nada, absolutamente nada malo va a pasarme.
Ese lugar no es cuanquier lugar para nosotros: Ahà nos dimos primer beso, tuvimos las primeras charlas, las primeras peleas; horas de abrazos en la cocina, claringrillas, Iguanas, mate, esperamos a mis amigas, bajar del tren e ir directo ahÃ, comer tostados, pizzas "de arriba", gastar a las meseras, contabilizar todo rápido para irnos juntos, guardar botellas, arrastrar cajones.
No tenemos más el bar, mi amor.
Ahà me enseñaste a jugar al pool, me dijiste que me amabas, me abrazaste, me presentaste como tu novia, nos confesamos cosas, tomamos más mate, más Iguanas, planeamos cosas para hacer, nos conocimos.
Y todo eso era lo que pensaba mientras lloraba y te abrazaba, y te sentÃa llorar en mi hombro.
No tenemos más el bar. Ya no es más nuestro bar.
No más cocina, no más zótano, no más boxes, ni pool, no más abrazos barra de por medio, ni bandas en vivo de domingos.
Ya sé que seguimos juntos, pero es muy triste, en serio.
Odio los cambios, odios las despedidas.
Odio a a gente mala que se llevó mi bar.
Nuestro bar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario