sábado, marzo 27, 2004

La "descotidianeidad" de lo cotidiano.

Me despierto de la siesta (hoy no vinieron los albañiles!) y pienso. Hoy pensé demasiado, no me soporto cuando pienso así. Y me acuerdo que hoy es viernes y que quiero salir... (quiero salir?). Y arreglo para salir con Anetta..( y el resto? La Pola fuè al cine, la Peti tiene el casamiento de la hermana y las demas, con los novios). Asi que voy hasta lo de Ana y caminamos hacia lo que se puede llamar "el centro" de Hurlingham. De repente, costeando el Hurlingham Club, la luz se corta... ay, Dios! Nos pusimos tan tensas que nos dolían las piernas. Yo no veía donde pisaba. Ana me salvó la vida (literalmente!) dos veces. Estuve en peligro de caerme a un pozo. De verdad, no se veía nada.
Llegamos hasta la otra avenida, que si tenía luz. El bar de siempre "clausurado", así que buscamos otros lugares (como si los hubiera!) pero yo buscaba otra cosa...
Nos encontramos a la Pola y al muchacho con el que fué al cine. Nos quedamos con ellos, mejor dicho: mi parte física y Ana se quedan con ellos. Yo seguía pensando, seguía buscando.
Dimos vueltas, tomamos algo, y al querer volver nos encontramos con el novio de Anetta que me trajo de vuelta a casa. Y yo pensaba: " Y si te despertás? Y si pensás más en vos? Y si dejas de esperar? Y si dejas de buscar/mirar/pensar?"
Y es todo así, pensar, pensar, pensar, buscar y estar en la mitad de las conversaciones. Y no poder parar. Y no poder sacarlo afuera, no poder expresarlo en palabras.
Pero son sólo días, mañana voy a estar bien.

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