Hoy hubiera tenido clase de ingles. La profesora de inglés es una de esas personas que se miraron al espejo para elegir su vocación. Lo mismo daba que hubiera sido profesora, bibliotecaria, lustradora de estatuas de museos o ayudante de relojero. Es... como explicarlo?? Así. aburrida, triste. Y encima vaga: nos da una hora de clase y se va. Por mi, mejor; yo ya estudié suficiente inglés en mis 20 primeros años de vida como para que me estén enseñando por vigesimoquinta vez la voz pasiva, pero se ve bastante mal que una profesora de universidad se raje una hora antes. Y bueh...

Hoy me levante tarde. Media hora tarde. Pensé: "no importa, si en vez de tomar el tren de 10.08 tomo el de las 10.28 llego bastante bien". Así que me apure un poco y llegué al andén a las 10.26 aproximadamente. Todo listo: compré el diario, el boleto, el Subtepass y me senté a esperar... y espere y espere y espere y el tren no venía. Como a las 10.45 lo veo venir, muy pancho el, y dije: "no, no me lo tomo, para estar 15 minutos en la facultad y volver??" (Y encima tener inglés!!!!). Entonces me fui a discutir un rato con el guarda a ver si me devolvian la plata del tren que nunca tomé y ante la negativa ("e� que ya eshta picado, muñeca"), me fui a mirar el horario a ver si tenia que pasar 10.28 como decia yo. Y no, pasaba 10.23. Los horarios habían cambiado en Mayo. (!)
Asi que acá estoy, solita en casa, mate, diario, 5 pesos menos en el bolsillo y sin saldo de faltas en la clase de inglés.